El sector marítimo, que incluye el transporte marítimo, los puertos y las personas que trabajan en ellos, puede y debe jugar un papel significativo a la hora de ayudar a los Estados Miembros a crear las condiciones para un mayor empleo, prosperidad y estabilidad en tierra a través de la promoción del comercio por mar; potenciando el puerto y el sector marítimo como creadores de riqueza tanto en tierra como, a través del desarrollo de la economía azul sostenible, en el mar.