«...tenemos que insistir en el sacro deber, consagrado en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, de garantizar que todos los niños, sin excepción alguna, disfruten de una protección especial». —Javier Pérez de Cuellar, ex Secretario General, Mensaje de 4 de junio de 1983.