La beneficencia puede contribuir a la promoción del diálogo, la solidaridad y la comprensión mutua entre las personas. También puede aliviar los peores efectos de las crisis humanitarias, complementar los servicios públicos de atención de la salud, la educación, la vivienda y la protección de la infancia. En un mundo cada vez más dividido, los 193 países que componen las Naciones Unidas fueron capaces de ponerse de acuerdo y adoptar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que reconocen la importancia del compromiso cívico.